Recuerda que aunque puedan viajar en Metro, a ellos también les agrada el poder viajar a otras ciudades y conocer nuevos destinos. Puedes convertirte así en la mujer o el hombre perfecto y también en el amo que siempre soñó tu amigo de cuatro patas.
– El perro no debe ir sujeto a ningún tipo de dispositivo. Recuerda que tú sí tienes la capacidad de poder quitarte el cinturón y salir del coche en caso de accidente. Esta medida de seguridad podría provocarle daños irreversibles a tu mascota e incluso la muerte.
– Tampoco debe ir en los brazos o «suelto». Tampoco es conveniente llevar a un perrito en los brazos o a su libre albedrío por el coche. Esta situación reduce el estrés de los animales, pero no deja de ser un peligro innecesario. Además, puede provocar que el perro salga despedido hacia otra dirección.
– Coloca a tu perro entre el asiento delantero y el trasero. La idea es encajar al animal entre estos asientos y ponerle algún tipo de obstáculo, de plástico y flexible, para que se quede en su cubículo. Así, garantizas su protección total y su seguridad.
– Usa un arnés de doble enganche. Si el perro es de gran tamaño, es lógico que no quepa en el espacio anterior. Usa un arnés de doble enganche, no lo coloques nunca por el cuello y conecta el arnés a los anclajes del cinturón de seguridad. Ten presente que la cuerda ha de tener una medida apropiada.
– Un transportín. Si lo tienes, úsalo, ya que es la mejor medida posible para que tu perro viaje cómodamente. Eso sí, recuerda que cuando pares a estirar las piernas debes permitir que tu mascota pasee durante unos minutos y recupere así el tono muscular.
– El maletero. La zona trasera del coche, dependiendo del modelo, es también idónea. Debes colocar al perro en horizontal y buscarte un separador de plástico que le mantenga en su espacio. No olvides forrar el coche previamente con algún material impermeable de fácil limpieza.
– Siempre con agua. Para tu animal doméstico, el viaje es una fuente interminable de estrés. Está en un medio adverso y haciendo algo que no conoce. Nunca ha de faltarle un recipiente con agua para que pueda hidratarse correctamente.
– Sin comer desde horas antes al viaje. No le des de comer antes de viajar porque podrías conseguir que vomitara o que tuviera problemas estomacales. Espera hasta llegar a tu destino o usa durante el viaje, sobre todo si el trayecto es largo, las clásicas barritas de pequeño tamaño para ir alimentando a tu perro correctamente.
– Si viajas en avión o en tren recuerda que debes acostumbrar a tu perro al transportín. Puedes hacerlo jugando con comida o con juguetes. La idea es que jamás vea ese espacio como una jaula sino como un complemento. En tus ensayos podrías meterlo en la jaula con la puerta cerrada, volver a los 10 minutos, sacarlo a pasear e ir incorporando esta rutina a la vida diaria del perro.
Es decir, si cuando viajas tomas una serie de medidas, quieres ir cómodo, no deseas cansarte y no te apetece conducir desde Cádiz hasta Moscú parando una sola vez, a tu perro le pasa exactamente lo mismo. Cuídalo y comparte tus vacaciones con el que te sigue esperando con cariño cada vez que llegas a casa.
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