Es más que probable que desees ofrecer siempre tu mejor imagen. La elasticidad de tu piel es imprescindible para no envejecer antes de tiempo. Sin embargo, y aunque pienses lo contrario, ya te puedes comprar la crema con los ingredientes más extraños, pero, aunque encuentres una hecha a base de cuerno de unicornio, de nada te servirá si no sabes aplicártela.
– Aplicar una cantidad exagerada de crema. Es crema, no merengue. Moderación, por favor.
– Frotar la piel demasiado fuerte. Por refregarte la piel más intensamente no lograrás que haga más efecto. Bueno sí, podrás lograr un bonito enrojecimiento.
– Usar la crema que te ha recomendado tu amiga. La piel es el órgano más grande del cuerpo y, por lógica, es distinta en cada ser humano. Lo que a ella le va bien quizá a ti no y viceversa.
– No ser constante. No te pones la crema desde Nochevieja y ahora te das cuenta de que llega el verano y tienes la piel que pareces un lagarto. La constancia es el único secreto para darle a tu piel los nutrientes que necesita.
– No darse cuenta de que los años no pasan en balde. Usa una crema dependiendo de tu edad. La crema para bebés no te convertirá en uno.
La publicidad no miente y hay algunas cremas que te quitan las arrugas. Igualmente, parece confirmarse que las cremas más económicas ofrecen unos resultados magníficos. Pero, ¿sabes ya la forma correcta de ponerte una crema? ¿Has hecho, como cualquier hij@ de vecino, lo de siempre y no te has leído el modo de aplicación? ¿Te pones la crema a tutiplén y aun así no observas resultados? Calma, que no panda el cúnico, que diría Miliki, que todo tiene solución. Dividimos tu cuerpo en las siguientes partes para aconsejarte de la mejor forma posible:
– Cara. Tras lavarte la cara con un jabón neutro, aplica la cantidad justa de crema. La idea no es embadurnarse sino aplicar pequeñas cantidades en la frente, en las mejillas y en el óvalo facial. Masajea muy bien la cara hasta que tu piel la absorba totalmente. Si conoces tu tipo de piel, escoge en consecuencia. En caso contrario, siempre hay una opción para todo tipo de cutis.
– Cuello y escote. Hay cremas específicas para esta zona, y no deberías usar la misma que para la cara. La aplicación es similar, aunque hay que prestar especial atención a las zonas más castigadas por el sol y a las cercanas al pecho.
– Manos. Es la parte del cuerpo que más sufre las agresiones de agentes externos (clima, jabón, productos químicos y similares). En la época de frío se suele caer en el error de pensar que a mayor cantidad de crema, mayor hidratación. Recuerda que debes meter las manos en agua caliente antes de ponerte la crema. Posteriormente, frota con la palma el dorso de la mano contraria y viceversa. Después entrelaza tus dedos para darte un intenso masaje en las articulaciones. Espera a que la crema sea absorbida en su totalidad.
– Otras partes del cuerpo. Es adecuado usar esta crema tras la ducha o el baño. Los movimientos han de ser siempre circulares y suaves. En este caso, es fundamental usar un producto que se amolde a tu tipo de piel y no uno más genérico que no te ayudará de la misma forma.
Esperamos que ahora te puedas poner la crema que necesitas de forma más adecuada. Renueva tu imagen y ¡disfruta de la vida!
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