El look, complementado con un kimono del mismo color y labios de rojo intenso, nos evoca a un estilo oriental al más puro estilo geisha. Se trata de un cambio de imagen que rejuvenece a la cantante.
¿Tendrá algún significado oculto este cambio tan radical? Tradicionalmente, el azul simboliza todos aquellos sentimientos y hechos que perduran en el tiempo, además del tratarse del color que representa la confianza y la simpatía. También, guarda relación con la autoestima y la seguridad en uno mismo, algo que podemos asegurar que a Thalía le sobra. El mar y el cielo, ambos azules, simbolizan lo divino, la permanencia en el tiempo y lo eterno.
Sin embargo, también se le pueden atribuir connotaciones negativas, como tristeza y nostalgia. Por ello, la mexicana nos anima a desechar estos sentimientos adoptando el azul como parte nuestra: «Never feel blue… Be blue«. (Nunca te sientas triste, sé azul) El mensaje no puede estar más claro.
Sin duda, la artista está pasando por un momento muy dulce de su carrera. Su última canción No me acuerdo, con la colaboración de Natti Natasha, ha conseguido llegar en YouTube a los 80 millones de visualizaciones. Debido a todo esto, notamos que Thalía se encuentra más segura que nunca consigo misma y, por ello, se atreve a experimentar con estilos tan rocambolescos como el que nos acaba de enseñar. Desde Cadena Dial opinamos que le sienta como un guante.
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