En primer lugar, hay que mojarse las manos y acto seguido echarse jabón, nunca al revés. Luego, se deben limpiar las manos entrelazando los dedos y dando vueltas con ellas.
A la hora de secarse, es mejor hacerlo con una toalla específica para las manos, sin utilizar la misma para la cara. Para cerrar el grifo, es preferible hacerlo con la toalla en mano, sino hubiera sido como si no nos hubiéramos lavado las manos.
¡Escucha aquí al completo!