Todos sabemos que la lealtad que tiene un perro con su dueño, en muy pocos sitios puede encontrarse. Los perros son animales muy fieles y podemos comprobarlo con Sully, la mascota del fallecido George H.W Bush.
Tras la muerte de su noble compañero de vida, Sully ha permanecido al lado de la capilla durante días sin moverse de su sitio. La imagen ha recorrido todo el mundo en cuestión de segundos y la verdad que no hay palabras para describirlo. Quizás pueda llamarse amor puro.