El señor afirmó que prefiere hablar cara a cara frente al teléfono, le gusta ver las reacciones de las personas con sus propios ojos. No está acostumbrado a las nuevas generaciones que se pasan todo el día delante del móvil, quiere volver al pasado.
Al final Isidro Montalvo no arregló nada ya que no había problema alguno, más bien se pasaron hablando de comida y sobre el oficio del atrevido.