Por lo general, cuando las cosas comienzan a ir mal, el sexo puede ser un salvavidas que alargue la agonía. Sin embargo, antes de llegar a este extremo sería conveniente que observases los siguientes comportamientos:
– No te mira a los ojos. Antes sí lo hacía. Ahora habla sin parar, da detalles de todo lo que hace aunque no se los pidas y siempre está mirando hacia cualquier parte y gesticulando mucho. Algo falla.
– Se para demasiadas veces al contarte lo que ha hecho. Cualquiera puede contar algo que ha hecho con normalidad. Lo malo es cuando te tienes que ir parando para inventarte la siguiente frase. El miedo a que algo no cuadre puede atenazar a tu pareja. He aquí el motivo para la falta de fluidez en su discurso.
– No dialoga, intenta interrogar y estar siempre a la defensiva. Responde o con evasivas o con preguntas. Te ataca fácilmente y parece ofenderse al más mínimo comentario.
– Suda, le cambia el color de la cara y se altera fácilmente. Le has pillado y no sabe por dónde debe salir.
Cuando alguien se inventa algo en un momento, lo más lógico es que, tras dos semanas, no recuerde exactamente lo que dijo. Pregúntale sobre la misma cuestión y observa si hay, o no, información nueva que no te dijera o si, directamente, cambia la versión inicial. Esta prueba es tan eficiente como demoledora.
Si llega alguna fecha señalada y ves que sigues en las mismas no lo dudes: puerta. Sí, has vivido muchas experiencias con esa persona y tienes ganas de seguir intentándolo, pero ceder ante la mentira solo provoca que te sigan mintiendo e incluso que, según el caso, tú empieces a hacer lo mismo.
Si tu relación se ha roto e intentas arreglarla, el resultado no dejará de ser una pareja rota con un parche que puede dejar de ser efectivo en cualquier momento. Aunque te parezca un mundo quedarte sin pareja, no lo es. Es mucho peor estar con una persona que no deja de mentirte.
Además, piénsalo con la cabeza y no con el corazón. ¿Te mereces que te mienta? Seguramente no, por lo que si tu pareja lo hace para estar con otras personas, nada mejor que darle la oportunidad de que viva su vida como desee.
A buen seguro, alguien mejor te espera en algún lugar. Tampoco ocurre nada por estar un tiempo en solitario y aprovechar la coyuntura para hacer ese viaje que siempre quisiste hacer o quizá para vivir la vida de la manera que desees. Recuerda siempre que la vida es mucho más corta de lo que piensas. Vívela a tope, no te mortifiques y no te dejes embaucar por personas que, posiblemente, no sean las más apropiadas para que seas feliz las 24 horas del día.
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