Pero nada. Imposible. Cada cosa que ves, cada cosa que haces… Todo, absolutamente todo, te sigue recordando a esa persona. Ves su cara en el bote de esos pepinillos agridulces que adoraba. Escuchas su voz, dándote las buenas noches cada vez que aprietas tu almohada. «¿Cómo he llegado a esto?», te preguntas. «¡Si ya hace un año de nuestra ruptura!», prosigues. Ya, no le encuentras explicación, pero nosotros (bueno, más bien la ciencia) sí la tenemos.
Para que esboces una sonrisa, te damos la buena noticia primero. Los expertos aseguran que en la mayor parte de los casos no estamos hablando de amor. Al parecer, ese ya se esfumó hace tiempo. ¡Si hasta te has echado nueva conquista! Y entonces… ¿cuáles son los motivos por los que te ocurre esta desdicha? La raíz de tu problema, según los científicos, reside en estos tres aspectos:
Más aún si saboreaste con esa persona las mieles de la adolescencia y superaste después todos esos escollos que nos pone la vida en ocasiones. Tanto tiempo a su lado te permitió aprenderte de memoria cada una de sus respuestas. Te mimetizaste tanto con sus manías que ahora tú también le echas mayonesa a todas las comidas y utilizas la misma expresión para terminar cada frase: «sin más».
Recuerda que sí, tu cerebro se adaptó a él tan bien como el bikini a Blanca Suárez, pero igual que consiguió amoldarse a esa época, logrará acostumbrarse al olvido. Solo es cuestión de tiempo.
Es lo que sucede en algunas rupturas. Por eso, muchas parejas vuelven después de haberse mandando antes a freír espárragos. Sí, incluso sabiendo que no funcionará. Tú también te lo has planteado, ¿verdad? Pues, antes de coger el teléfono para marcar su número, piensa. Que no te nublen la vista esas despistadas hormonas. ¿De verdad sientes amor o es enganche?
No te gusta perder ni al parchís, así que, si hablamos de amor, tu coraje se multiplica. No aceptas haber fracasado. Te sientes peor que los jugadores de tu equipo descendiendo de categoría. Piensa que no eres el primero al que le pasa. Y, muy importante, deja tu vanidad a un lado, ¿te crees tan perfecto que resulta imposible que alguien se canse de ti? Aterriza. Si no aceptas la situación, no podrás superarla.
El temor a la soledad se ha apoderado de ti. Piensas que, si no es con esa persona, no podrás volver a ser feliz. Qué equivocado estás… La vida te da no solo una segunda oportunidad, sino tres, cuatro… Puede que te vuelva a ocurrir una y otra y otra vez. ¿Y qué más da? Vencerás al monstruo. Lo importante es disfrutar de esos momentos maravillosos. El amor se ha cruzado en más de una ocasión por tu camino, ¡dichoso tú!
Conociendo la raíz del problema, lo superarás. Quizá ya estés a punto de olvidarte de tu ex…
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