La señora no tenía ni idea de lo que le estaban hablando. Según nuestro humorista, había sido Goyita quién le dijo que llamara a la atrevida, pero la cuestión es que tampoco sabía quién era la tal Goyita, por lo que la conversación no tenía sentido alguno.
Tras la insistencia, la señora perdió los nervios y soltó barbaridades por su boca, aunque, por suerte, todo acabó estupendo.