El insomnio es algo muy serio. Tanto, que si no duermes durante tres días puedes tener problemas serios. Sin embargo, si eres de los que duermes a pierna suelta y te da lo mismo que caiga un bombardeo a tu lado estás de suerte.
Ahora bien, esto no significa que estés durmiendo como corresponde o que te tires en la cama y te despiertes en estado catatónico cuando suena el despertador. Hay ciertas costumbres que debes corregir y una de ellas es la de dormir con los pendientes puestos. ¿Que te parece una tontería? Quizá cambies de opinión cuando termines de leer este artículo.
A ver, ¿desde cuándo no limpias tus pendientes con alcohol? ¿A que no los has limpiado nunca? Vale, un punto para ti. ¿Has limpiado alguna vez el orificio que tienes en la oreja para colgarte los pendientes? ¿Que con la ducha ya vale? ¿Cómo es posible si el agujero está tapado por el propio pendiente?
Cualquier pendiente, sea del material que sea, no deja de estar en contacto directo con tu piel y con los agentes contaminantes que hay en el aire. Esto significa que si llevas varios meses con los mismos pendientes, te los quitas y no los limpias, o si los encuentras en el suelo y te los pones, estás convirtiéndolos en una especie de parque acuático para todo tipo de bacterias.
Además, a no ser que seas de otro planeta, cuando estás durmiendo no puedes controlar tus movimientos. Esto significa que, en según qué posturas, podrías provocarte un desgarro importante en la oreja. ¿Nunca te han dicho que pareces un contorsionista mientras duermes?
Dormir con tus pendientes es sinónimo de aplicar presión a tu oreja y de provocar, voluntariamente, una inflamación. Si eres fan de Dumbo, perfecto, pero si no es así, quizá te sorprenda cómo piensa solucionar tu médico de cabecera el problema.
Piénsalo, tanto si tienen valor sentimental como económico, no dejan de ser un complemento que no necesitas para dormir. Teniendo en cuenta las consecuencias para tu salud, ¿te merece la pena no perder treinta segundos en quitártelos? ¿Es necesario torturar tu oreja para que al día siguiente la tengas como un zapato?
La última decisión es tuya. Piensa que no serás la primera persona en acudir al hospital totalmente sorprendida por lo sucedido. A buen seguro, le dirás al médico aquello de «pues llevo años durmiendo con los pendientes y nunca me había pasado nada». Con la medicina has topado, y más te vale dar con un galeno comprensivo para ahorrarte una bronca segura.
Como te decíamos, dormir bien es de vital importancia. No eches en saco roto nuestros consejos y conseguirás alcanzar tu objetivo de la mejor forma posible. Además, vas a estar igual con o sin pendientes, ya que la imagen no lo es todo. Deja la pereza a un lado, quítate los pendientes y dedícate a relajarte y descansar correctamente para seguir con tu rutina. Tu salud te lo agradecerá.
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