A escasos meses de volver a lucir ropa más ajustada y en menos cantidad nos acordamos de que debajo de estos jerséis de punto gordísimos tenemos un abdomen al que no le estamos prestando ninguna atención. ¡Y no solo eso! Probablemente se encuentre un tanto descuidado desde que decidimos guardar el bikini en una caja allá por septiembre y entregarnos a la calidez de nuestro sofá. Mientras, llamábamos todos los fines de semana a un hombre con moto que para que nos trajese comida poco sana. Pero, si nos asomamos y pretendemos desterrar en algún momento estos jerséis, es importante que cuidemos nuestra figura para lucir abdomen a la hora de ir a la playa.
¿Cómo lucir abdomen? ¿Aún estoy a tiempo?
Sí. Deja de sufrir. Si dejas a un lado toda esa comida rápida, esos bollos con crema en su interior y esas bolsas de patatas fritas acompañadas de refrescos pocos saludables, aún llegarás a tiempo de tener una figura aceptable cuando salgan los primeros rayos de sol. Así que te vamos a contar algunos consejos que deberás seguir a rajatabla.
Beber agua
Lo sabemos, este consejo te tiene hasta el gorro. Es lo primero que te dice el médico cuando estás resfriado, el secreto mejor guardado y que más rápido sueltan las modelos cuando les preguntan por su esbelta figura y lo que has leído en miles de artículos, pero es que es totalmente cierto y totalmente efectivo. Beber agua, en concreto 2 litros al día, te hará deshacerte de las toxinas y de los líquidos retenidos en tu cuerpo.
Descansa correctamente
Con esto nos referimos a que no duermas doce horas ni tampoco cinco, sino que te metas en la cabeza que tienes que dormir entre seis y siete horas para tener un cuerpo perfecto. Es el tiempo mínimo para que estés descansado. Así que, si sigues el resto de indicaciones que te hemos dado, todo te vendrá de cara para que, cuando caigas en la cama, te olvides del resto de cosas.
Haz ejercicio
Estarás pensando que el ejercicio que debes hacer para lucir abdomen son las flexiones de abdominales, pero para un poco. Muévete, camina, corre, haz sentadillas, nada y, sobre todo, recuerda que tienes que empezar a subir a pie a casa y abandonar el ascensor, así como no permanecer tantísimo tiempo pegado al sofá.
Dieta sana sin grasas malas
Esto es imprescindible. Es fundamental que sigas una dieta equilibrada, la cual tienes que combinar con ejercicio diario. Será un éxito seguro para ese bikini que te mira asintiendo desde el armario… ¡lo estás haciendo muy bien!
Apunta lo que necesitas en tu próxima lista de la compra: mucha fruta y verdura. Sí, te lo han dicho muchas veces, pero sigues echando al carro de la compra muchas chocolatinas y productos con grasas saturadas.
La meditación
“¡Eso no me hará perder grasa!” Te equivocas, amigo. Dedicar unos minutos a encontrarte a ti mismo, al mindfulness y a la concentración en tu vida y en tu bienestar mental también repercutirá en tu estado físico, mejorando tu forma de vivir, de pensar y de creer que, en realidad, necesitas encontrarte mejor con tu cuerpo para sentirte mejor en tu vida.
Cambia tus hábitos de vida
Lo sabemos, no es sencillo cambiar tus hábitos de vida más bien rutinarios y sedentarios por una vida mucho más sacrificada y en la que te entregues al bienestar corporal, pero ello te repercutirá en un bienestar pleno. Ya verás cómo terminas agradeciendo que te hayamos dado estos consejos. ¿Estás preparado?
