Eso significa que has oído hablar del escándalo de la consultora Cambridge Analytica. Este caso ha destapado la utilización de los datos de más de cincuenta millones de usuarios (que se dice pronto) para influir a favor de Donald Trump en su irrupción en la Casa Blanca. Entonces, ¿servirán tus aficiones, tus «me gusta» a las fotos de Antonio Orozco y tus comentarios para ofrecer publicidad a la carta a ciertas empresas? «¿Qué van a contarles sobre mí?», te preguntas.
¡Hasta el infinito y más allá! Esta es la mala noticia. La buena es que puedes averiguar qué información posee Facebook sobre ti, qué empresas disponen de ella y cuál es el perfil publicitario que te define como usuario. Así que coge tu lupa de detective y atiende al procedimiento.
Busca la opción «configuración» en tu Facebook y selecciona «Descargar una copia de tu información». En lo que se calienta el café en el microondas recibirás un archivo que radiografía tus pensamientos. Este enlace cuenta con diferentes secciones.
En una de ellas figuran las palabras clave que te representan como un producto. ¿Que eres un amante de la cocina moderna? Aparecerán términos como sushi, esferificaciones o nombres de chefs. Si un restaurante de estas características desea anunciarse en Facebook, conseguirá segmentar su público proyectándose en perfiles como el tuyo.
En esta lista también podrás comprobar qué anuncios has accedido a ver y qué empresas disponen de tus datos. No te confundas, tu información de contacto y tus gustos no llegan solo a aquellos negocios por los que has mostrado interés, sino a otros que ni conocías.
Para revertir la situación, la compañía ha decidido tomar cartas en el asunto. Ha reescrito su política de datos y sus condiciones de uso tras realizar modificaciones en la página de configuración. ¿El objetivo? Que lo entiendas mejor y que dejes de pensar que escuchan tus conversaciones con tu pareja por un micrófono oculto. Si fuera así, al menos se lo pasarían bien, pues divertidos sois un rato.
«Nunca venderemos tu información a nadie», aseguran. ¿Te suena a ese «nunca te engañaré» de aquel amor que te puso los cuernos con medio barrio? Si sospechas, puedes eliminar tu cuenta. Tu información tardará un mes y medio en desaparecer. Aun así, quedará algún rastro, como cuando manchaste de vino la camisa blanca, puesto que los mensajes que envías a amigos no se extinguen.
En definitiva, debes revisar lo que aceptas en las redes sociales y ser responsable con tus publicaciones. Eso sí, tampoco te obsesiones. Y, como hemos mencionado anteriormente, siempre estás a tiempo de anular tu cuenta para no seguir dando pistas. Hasta hace unos años habías vivido feliz sin redes sociales, ¿no?
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