Si padeces timidez, o ansiedad social, es muy probable que te hayas planteado que tienes un problema serio o que no terminas de encajar en la sociedad. Nada más lejos de la realidad, tu timidez puede servirte para desempeñar trabajos, como los que ahora te describimos, que te generen pingües beneficios:
– Todo lo relacionado con el diseño gráfico, la creación de contenidos y el marketing digital. En estos tres sectores al alza puedes desarrollar tu creatividad y convertir tu personalidad en una de tus mejores armas. Con un ordenador y conexión a Internet tendrás todo lo que necesitas para ganar dinero y, además, sin tener que soportar a nadie.
– Redacción, edición y corrección de textos literarios, periodísticos o científicos. ¿Crees que Cervantes se pasaba el día charlando con sus amigotes? Pues no, era una persona a la que le gustaba sentarse tranquilamente, aislarse del mundo y redactar una novela. Lo mismo puedes hacer tú. Y, si nos permites ser algo perversos, también podrás dedicarte a corregir el trabajo de otros y confirmar así que vales para mucho más de lo que tú mism@ crees.
– Todo lo relacionado con las matemáticas, la física, la ciencia y la investigación. Tu objetivo no es ser uno más que hable con todo el mundo, sino aportarle algo a la humanidad. De hecho, los grandes pensadores siempre fueron considerados grandes tímidos. ¿Serás tú el/la próxim@ Einstein?
En no pocas ocasiones eres tímid@ porque así te lo dicen tu familia o tus amistades. Sin embargo, esta forma de ser puede estar provocada por:
– Una introversión natural. Prefieres quedar con poca gente y evitar las multitudes. Mantienes una relación cordial con tus amistades y, todo sea dicho, para lo que hay que soportar a veces, casi mejor así.
Entre las enormes ventajas de ser tímid@ y trabajar a tu aire se encuentran las siguientes:
– No te invitarán a la cena de Navidad. Créeme, no te pierdes nada, más bien al contrario. Además, protegerás tu hígado y dormirás como un bebé mientras el de administración hace el indio bailando «La Macarena». Tan dantesca imagen podría provocarte daños cerebrales de por vida.
– No tendrás que aguantas los dimes y diretes. Ten en cuenta que al día se vienen perdiendo una media de dos horas comentando el vestido de una, el pantalón del otro o lo idiota que es el de más allá. Tú a lo tuyo, a trabajar y a ganar dinero, el resto que diga lo que quiera.
– Serás más libre. En lugar de estar trabajando codo con codo con tus compañeros con un horario digno de una galera de la época romana, podrás confeccionar tu horario, trabajar en casa y vivir la vida cómodamente.
Como habrás comprobado, ser tímido se ha convertido en algo que muchos quisieran ser para poder disponer de su tiempo de la mejor forma posible. Recuerda que no por hablar con mucha gente se es mejor persona, simplemente se tiene una vida social presuntamente más rica y nada más. Más vale ser incapaz de hablar con alguien y tener una nómina para la historia que ser simpático y mileurista ¿no crees?
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