La madrugada del sábado 27 de octubre al domingo 28 entrará en vigor el horario de invierno. Tendremos una hora extra porque a las 3 volverán a ser las 2, pero… ¿qué cambios físicos nos esperan?
Las personas con patologías, las mascotas y los bebés lactantes son de los grupos más afectados por el cambio de hora, aunque nos afecta más la modificación horaria del verano que la del invierno. Los lactantes pueden sufrir algunos trastornos alimenticios que sólo les durarán unos pocos días. Los peques, (algo más mayores) también se despiertan más tarde de su hora habitual, lo que influye en sus horas de siesta y de acostarse. Estarán más irritables, cansados y de mal humor (también les pasa a algunos adultos).
- Una semana antes el cambio horario empieza a ajustar sus rutinas a la hora de despertarse. Adelanta cada día dos días 10 minutos la hora de despertarse, de la siesta y la hora de acostarse.
- Si oyes que se despierta antes no acudas corriendo a su llamada. Espera 10 minutos el primer día para acudir, luego 20 minutos y así sucesivamente.
- Para que el cambio de horario pueda afectar de manera significativa "hay que tener alguna patología previa".
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