Lo peor del caso es que los encargados de convertir una noticia falsa en una verdad somos nosotros mismos. Esto ha provocado que se haya llevado al Congreso una propuesta de ley para su regulación. Ahora bien, ¿cómo se puede regular el uso que de un rumor hace cualquiera de nosotros? La tarea es más que complicada y difícil. Esta situación es como la de los famosos rumores de patio de colegio en los que se le arruinaba la vida a una persona, pero a gran escala.
Muy sencillo. Te llega un mensaje a tu cuenta de Twitter, por ejemplo, y la vuelves a enviar a tus contactos. Los robots de Google, que analizan estos movimientos de manera automática, terminan convirtiendo en noticia estos mensajes y todo termina por ser uno de los temas del día. ¿Quién tiene la culpa? Pues tú, tu vecino, tu padre y tu novia. Es enterarnos, por ejemplo, de que ha muerto algún actor o músico famoso y la red se llena de mensajes y de vídeos de esa persona.
La famosa imagen de un joven negro inundó tu cuenta de WhatsApp gracias al reenvío masivo de una imagen tan denigrante como poco apropiada. ¿Qué queremos decir? Que estamos expuestos a una enorme cantidad de información que necesitamos consumir, o eso piensan algunos. Por suerte, Google y otras empresas han comenzado ya a poner algún que otro dique de contención para evitar la propagación de este tipo de noticias falsas.
Afortunadamente, hay extensiones que permiten calificar cada noticia como real o como falsa. La inclusión de estos filtros es muy adecuada para conseguir que la propagación de este tipo de rumores no se convierta en un daño severo a la credibilidad de los profesionales del periodismo.
Twitter, Facebook y WhatsApp se crearon para comunicarse y para compartir experiencias. Ninguna de las tres redes tiene el certificado correspondiente para ser una agencia de noticias. Por lo tanto, si recibes una noticia que te sorprende, no dudes en visitar la página oficial de algún periódico o emisora de radio, entre otras fuentes, para confirmar la noticia.
Solo así evitarás que te engañen y seguir propagando los bulos de turno. Además, ¿no te resulta extraño que si muere un músico no haya un comunicado oficial? ¿Por qué siempre fallecen actores o actrices jóvenes en trágicos accidentes? Si prestas atención a la noticia y a la forma en la que está redactada podrás identificar ciertas características fijas que terminarán por hacerte casi un experto en la materia.
Por lo tanto, lo mejor es que dejes de una vez por todas de usar tu teléfono móvil para seguir siendo parte de una cadena que termina en una pérdida de tiempo destinada a propagar una mentira.
De ti depende convertirte, o no, en una persona bien informada o en el altavoz de las noticias falsas que recorren a sus anchas todo tipo de dispositivos para seguir engañando al personal. No te dejes embaucar y espera algo de tiempo hasta que veas la confirmación de cada noticia. Serás mucho más feliz y las redes te lo agradecerán.
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