Fue en Suecia donde un grupo de aficionados a salir a correr cada mañana decidió tomar cartas en el asunto de la suciedad. A diario contemplaban cómo se amontonaba la basura en algunas zonas de las distintas ciudades y de su entorno natural.
Un buen día decidieron incorporar a su entrenamiento una loable voluntad de ir recogiendo residuos, meterlos en una bolsa y tirarlos al contenedor correspondiente. El nombre de esta actividad es una fusión entre el verbo plocka upp (recoger) y jogging.
Más de un centenar de países y un total aproximado de 20 000 personas ya practican este deporte cada día. En un país, de cuyo nombre no quiero acordarme, parece que le está costando arrancar en las ciudades. ¿El motivo? Seguro que ya lo sabes.
Irse a correr un domingo por la mañana y recoger toda la basura del botellón parece tan ilógico como que el barrendero vaya al día siguiente a tu trabajo de cirujano para devolverte el favor. Con esto pasa como con las propinas, están instauradas en cualquier lugar del mundo, pero en España no entendemos del todo por qué tenemos que aumentar el sueldo de los camareros nosotros y no los que nos han cobrado por la comida.
Sin embargo, este deporte sí está teniendo cierta aceptación en los aficionados a salir a correr a espacios naturales como la montaña o la playa. Ahí sí parece entenderse que los residuos provocan un grave problema y resulta cada vez más sencillo encontrarse con cuadrillas de corredores que hacen una labor encomiable por el futuro del planeta.
De hecho, esta modalidad deportiva está ganando adeptos también entre los amantes de pasear en bicicleta. Al tener mejor acceso a zonas diversas, consiguen recoger una cantidad mayor de basura, lo que se traduce en una verdadera decisión de vivir en un planeta mucho más limpio.
Y lo mejor de todo es que esto ha sido una iniciativa popular, que no está patrocinada por nadie y que confirma que el ser humano es cada vez más consciente de que las generaciones del futuro merecen vivir en un mundo mucho mejor.
Solo pensando en el día de mañana, que está a la vuelta de la esquina, te será posible convertirte en una persona que practica este deporte a diario. Mirándolo desde otro punto de vista, ejercitarás mucho mejor tu cuerpo, ya que volverás cargando peso y habrás matado dos pájaros de un tiro.
Sea como fuere, piénsalo. Si nadie limpiara la basura acumulada, solo tendríamos vertederos y no espacios naturales para disfrutar. Puede sonar algo catastrofista, pero no tardarás en darte cuenta de que este es el futuro que nos espera.
De ti depende apuntarte a practicar este deporte y a formar parte del cambio de filosofía al respecto que está empezando a arrasar en todo el mundo. Así que ya sabes, ponte tus zapatillas, tu ropa deportiva favorita y llévate una bolsa de papel reciclado o de material biodegradable. El planeta te lo agradecerá.
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