Pasas del fútbol, no tienes pareja y no te gusta el vermut. Tus domingos parecen lunes. Incluso cuentas las horas para que llegue el primer día de la semana. Al menos, el trabajo te tiene tan exprimido que ni tiempo te da para aburrirte. Eso sí, tu última jornada de descanso te resulta tan soporífera que arrastras esa cara larga hasta el siguiente domingo.
Si al menos fueras dormilón, te pasarías las veinticuatro horas enredado entre las sábanas. Pero ni eso. ¿No crees que ya es hora de ponerle solución? Haz el favor de empezar a aprovechar tu tiempo con estos planes nada enrevesados. Tan solo has de ponerle ganas. ¡Que la vida está para disfrutarla! Y los domingos son sinónimo de diversión.
¿A quién no le gustan los macarrones? Pues lo mismo con el cine. Es imposible que a alguien le parezca horrible. Así que, ¿por qué no dedicar tu domingo a revisar todas las películas de Álex de la Iglesia? Reírte te vas a reír, seguro. Y si eres más de series, no hay problema. ¿Cuántos capítulos puedes tragarte en un día? Prueba.
Te lo compraste hace siglos y siempre has deseado hincarle el diente. Pero ahí está, muerto de risa, como tu bicicleta estática. Siempre hay alguna excusa para pasar de largo frente a él. Ya sabes que en cuanto comienzas una novela te enganchas, ¿por qué no retomas esa práctica? Ahora o nunca.
No es lo tuyo, pero acabarás dominándolo. A ver, si tiene azúcar, malo no va a estar, así que problema solucionado. Tu casa olerá a gloria bendita y los bollos endulzan la vida (y tu domingo, sí, y tu domingo).
Tradicionales o modernos, lo mismo da. Se trata de pasar un rato agradable. Invita a tus amigos y ofréceles ese bollo que acabas de hornear. Por cierto, están permitidas las trampas.
Soltarás adrenalina, afinarás tu puntería y… ¿te imaginas que ganas la partida? ¿Estás dispuesto a no descubrir ese posible don oculto? Las ventajas no se acabas ahí. Y es que, además, lanzando la bola adelgazarás. Demostrado.
Hacer algo por los demás no solo te ayudará a distraerte y a sentirte bien, sino a dejar atrás esos domingos aburridos. Un hospital, un banco de alimentos, un comedor para personas desfavorecidas… Ellos te necesitan, pero tú a ellos también.
¿Vives cerca del mar o del monte? No tienes perdón. La naturaleza es la mejor válvula de escape y la compañera ideal para pasar una jornada divertida. Más aún si acudes acompañado. Un bocata y tu móvil para hacer fotos inolvidables. No necesitas más. No era tan difícil.
Sí, la última vez que lo hiciste aún no existía Naranjito. Pero, si hay una verdad universal, es que montar en bicicleta nunca se olvida. Y a ti se te daba de lujo en tu infancia. ¿Por qué no recuperar esa habilidad? Tomar el aire te vendrá estupendamente, ejercitarás tus piernas y llegarás a rincones desconocidos para ti. Quien dice bici dice patines o patinete. ¡Adelante!
Seguro que entre estos planes encontrarás tu pasión. Quizá acabes manejándote sobre ruedas mejor que el campeón Javier Fernández. Tal vez termines subiendo la cuesta de tu calle con más arte que Alejandro Valverde sobre su bicicleta. Sí, puede que tengamos más moral que el Alcoyano, pero de lo que sí estamos seguros es de que te divertirás como nunca. Di no a los domingos infernales.
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