Si lo que le has pedido a los Reyes es el súper poder de no engordar en estas fechas, ¡deseo concedido! Aunque, ya sabes, antes has de portarte bien para merecerte tu regalo. Y eso pasa por seguir estas claves que te mostramos a continuación. Evita salirte del camino, pues sus Majestades de Oriente podrían dejarte carbón bajo el árbol. Y como sea dulce, ya la hemos liado.
Esta época no está hecha para sufrir contando calorías, sino para exprimir al máximo nuestro tiempo con los seres queridos. La cena de empresa, el reencuentro con los amigos y la comida con tus compañeras de yoga antes del fin de año no ayudan a darle un descanso a tu estómago. Eso sí, aplicando estos trucos, no tendrás que temer por tu figura:
Los langostinos y el cordero están muy bien en el congelador, esperando su momento. Ahora bien, ni se te ocurra comprar con antelación los dulces. Acabarás celebrando las fiestas un mes antes.
Al menos dos litros diarios. También son válidas las infusiones. Una buena táctica es ingerir dos vasos antes de comer. Sentirás el cuerpo saciado y engullirás menos.
Para que te hagas una idea, puede engordarte más que una comida suculenta. Mójate los labios cuando sea necesario (después de las uvas, por ejemplo).
Si el resto de los días sigues con tu dieta habitual, no notarás cambios excesivos en tu cuerpo tras las fiestas.
Dejar de comer nunca es buena opción. Tu cuerpo necesita nutrientes y someterlo al ayuno pasará factura con la ingesta de más alimentos, el aumento de estrés o el efecto rebote.
Este punto está relacionado con el anterior. Reparte tu alimentación en estos días en cinco partes para seguir con tu rutina del resto del año. Llegarás a la cena saciado y no te pegarás ese atracón que irá directo a tu cintura.
Nada mejor que preparar el menú en familia. Además de fomentar los lazos familiares, estarás optando por una propuesta mucho más sana. Tu figura te lo agradecerá.
Camina todo lo que puedas, sal a correr o sube las escaleras. No hace falta una jornada maratoniana en el gimnasio. Estos pequeños gestos cuentan.
Si te sirves en un recipiente más pequeño, las cantidades también serán más pequeñas. Al final, todo lo que tengas en el plato acaba en tu estómago, así que mejor prevenir.
Nada de tomarte un helado de chocolate para pasar después al turrón. Si vas a incorporar a tu menú a este último amigo, elige una pieza de fruta en lugar del helado.
Quizás no lo hayas pensado, pero los planes familiares pueden ser tus verdaderos aliados en tu lucha estas Navidades. Salir a patinar, organizar una excursión a la montaña, disfrutar de la tarde de Nochebuena paseando por las calles mientras contempláis el alumbrado navideño… Las actividades en grupo con los que más quieres dotarán a tus Navidades de un carácter más saludable.