Tony nos ha confesado que su padre, cuando él era pequeño, hizo un esfuerzo sobrehumano para llevar a su peque al concierto de la primera edición de Operación Triunfo. Además del viaje, tuvieron que hacer cinco horas de cola y estar apretujados en el evento para que Tony estuviera en segunda fila disfrutando. Nunca olvidará lo que su padre hizo por él.
Por otro lado, Ana nos ha contado desde Tenerife que siempre preparaba regalos para la gala del Día de la Madre y su respectiva madre no aparecía nunca. Desde entonces, fue su padre quién recogía todo en la gala.
Por último, Aroa nos ha dicho que sus padres hicieron un gran esfuerzo para que su hija pudiera cumplir su sueño estudiando la carrera de piano. Se encontraba a 75 km entre la ida y la vuelta de su casa y ellos siempre la esperaban en la puerta de la escuela, durante seis años. Todo por luchar por su futuro y su pasión.
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