Uno de los trucos de muchos de nuestros artistas a la hora de fijar su estética es quitarse las gafas de cara al público. Aunque seguro que muchos se nos escapan porque habitualmente hacen uso de lentillas, a muchos otros les hemos pillado en algunas ocasiones con gafas de ver. Descubre quiénes son los que recurren a los anteojos para estar por casa y, de cara al público, ¡tiran del truco de las lentillas!
David Bisbal es uno de ellos. Aunque públicamente no hace uso de ellas, sí que habitúa a compartir algunos momentos en casa con su familia en los que podemos ver al artista más natural que nunca, lejos de los trajes y el maquillaje del mundo en el que hay que dar la cara a un gran público.
Otra a la que no le importa mostrarse con gafas es a Chenoa, ya sea en las redes sociales o en plena televisión. Y es que no nos extraña, ¡pues le sientan de maravilla!
Alejandro Sanz, Carlos Rivera o Ricky Martin también forman parte de este grupo de artistas que necesitan gafas para ver bien, ya sean de lejos o de cerca. Sin embargo, no habitúan a mostrarse con ellas. Tú qué crees, ¿mejor con gafas o sin ellas?
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¿Te encanta tanto como a nosotros el toque interesante que le dan esos anteojos a Carlos Rivera? A Ricky Martin, sin embargo, es posible que le siente mejor una cara despejada. No obstante, nosotros nos quedamos con ellos lleven gafas o no, vistan como vistan y tengan la edad que tengan. ¡Porque todos valen oro!
¡Los hay que se las quitan!
A petición de su último disco, Melendi se ha deshecho de sus gafas. Si el artista las usaba, ya no podremos averiguarlo. Quítate las gafas, su último disco hasta la fecha, tiene toda la culpa. Quizá el de Oviedo, con ese imperativo, sea el responsable de que todos estos artistas no se habitúen a llevarlas.
Y otros… las llevan por estética
Si son muchos los artistas que usan las gafas en la intimidad de su casa y se las quitan para dar la cara al público… otros las llevan por estética. Como es el caso de Maluma, que nos muestra en esta foto artística en la que este complemento se convierte en protagonista y hace juego y completa un atuendo de lo más señorial. ¡Un acierto, sin duda!
