Actualmente los niños van a la escuela y aprenden sentados en sillas y encarados a pupitres, realizando proyectos, búsquedas y decenas de fichas. A los pequeños se les enseña en aulas cerradas donde su imaginación y sus capacidades creativas, muchas veces, se ven limitadas.
Aunque esta forma de enseñanza está cambiando poco a poco, aún queda mucho camino por recorrer. Es necesario concienciar a l@s maestr@s y padres sobre la necesidad de que los niños aprendan al aire libre. ¿Quieres saber por qué tiene muchos beneficios que los niños aprendan de la naturaleza?
Cada vez más las personas nos encerrarnos en nuestros mundos, en los que triunfa más lo urbanita, el mundo cibernético y la conectividad. Por eso, tendemos a distanciarnos de la naturaleza; es lo que se llama déficit por naturaleza, un concepto creado por Richard Louv. Para evitar este déficit, es imprescindible que en la educación de los niños la naturaleza sea uno de los pilares fundamentales.
Aprender en la naturaleza supone que todos los sentidos de los niños se activan, ya que experimentan con sabores, olores, sonidos, paisajes y texturas, mientras que aprendiendo en un aula solamente se utilizan el sentido de la vista y el del oído. Esto se traduce en que los estímulos cerebrales de los niños se activan y se trabajan mucho más.
Asimismo, aprendiendo en la naturaleza los niños pueden observar y analizar lo que están estudiando, no simplemente es un concepto abstracto.
También es necesario comentar que los niños tienen libertad de movimientos en la naturaleza, ya que pueden ponerse perdidos jugando en un charco o trepar a un árbol como si fueran monos. Esto es algo muy importante, ya que el desarrollo psicomotriz de las personas se lleva a cabo desde los 0 a los 18 años.
Estar en contacto con la naturaleza es beneficioso para la salud, ya que previene contra trastornos como la ansiedad, la depresión o el estrés, que pueden desarrollarse si siempre se está encerrado.
Por último, hacer de la naturaleza el aula de los niños es un buen modelo educativo y supone que los pequeños aprenderán el valor y la importancia de la naturaleza, por lo que se fabrica así un futuro sostenible.
Es necesario también en este artículo hablarte de la pedagogía que fundó María Montessori. Para esta educadora, científica y pedagoga, la naturaleza es esencial en el proceso de aprendizaje de los niños y piensa que hay que vivir con ella.
Según Montessori, ninguna ilustración o descripción que pueda incluirse en un libro de texto puede igualarse o compararse siquiera a la experiencia de observar de cerca esa naturaleza y esos elementos reales. Es por eso que en las escuelas que siguen los principios de esta pedagogía se esfuerzan mucho para que los niños realicen actividades con la naturaleza; actividades que siempre se adaptan a su etapa educativa.
Esperamos que toda esta información te haya parecido interesante, ahora ya sabes que debes sacar a tus hijos al jardín para que estén en contacto con la naturaleza. Sus cerebros florecerán y crecerán como si se tratara de una plantita que debes cuidar y regar día a día, porque la realidad es que la educación de los niños es así.
Tal y como se ha argumentado en este artículo, los pequeños que están en contacto con la naturaleza pueden aprender mucho más. Se trata de una forma diferente de aprendizaje que vale la pena tener en cuenta y poner en práctica, porque ¿qué hay más sano y mejor que la naturaleza?
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