Patricia nos ha contado que suele llegar siempre 10 minutos antes al trabajo. Un día se encontró una bonificación encima de su mesa y cuando preguntó le dijeron que se trataba de un obsequio por parte de la empresa por llegar puntual todos los días.
Por otro lado, Esther nos ha confesado que es muy puntual, al contrario de su hermana Sonia, quién llega una hora tarde a todos lados, incluso cuando van al cine. Es insoportable pero se quieren mutuamente.
Otra atrevida nos ha dicho que ella es puntual, pero que su marido le supera. Una vez llegaron a una boda dos horas antes de que empezara por culpa de su chico.
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