Le encantaba el baloncesto y se iba a dedicar profesionalmente en el futuro, pero ha sufrido un accidente de moto que le impedirá seguir jugando.
Su vida giraba entorno a este deporte y ha entrado en una depresión absoluta.
Su madre no sabe qué hacer y es por ello que pide ayuda a nuestro experto en adolescentes, Pedro García Aguado.
La pasión por el deporte puede alegrar la vida de cualquier joven. A veces, intentan hasta dedicarse a ello porque es lo que les hace felices y además son eficientes e imprescindibles.
Es normal que si alguien sufre un accidente y le impide seguir practicando su deporte favorito entrará en una etapa de tristeza, dado que quizás ese iba a ser su futuro.
Pero no hay que dejar que nos gane la pena. Se genera un dilema en la vida, hay que pensar nuevos objetivos e intentar no encerrarnos en una burbuja de soledad. El futuro pone a cada uno en el sitio adecuado y si no se consigue trabajo en el deporte por diversas circunstancias, hay que buscar otros proyectos.
Carla tiene que ayudar a su hijo, la depresión tras haber sufrido un accidente y encima después de la noticia de no poder seguir practicando baloncesto será muy grave.
Quizás sea conveniente acudir a un especialista que pueda ayudar a buscar otros objetivos en la vida y poder mirar todo desde otro punto de vista.
Tener que alejarse de la pasión de uno genera dudas y emociones muy contradictorias, pero que hay que superar con el tiempo.
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