No sabrías decir si te da más pereza empezar la dieta o la semana. El lunes se te atraganta más que los huesos de aceituna. Intentas quitarle hierro al asunto, pero empiezas a echar humo por las orejas desde el mismo domingo. Lanzas una mirada mortal al despertador, contemplas la pila de camisetas para planchar, resoplas y comienza tu penitencia. ¿De verdad es imposible sonreír un lunes?
A ver, un milagro sería poseer el don de correr con tacones o conseguir que tu perro te prepare un bocadillo de mortadela. Hacer realidad la etiqueta tuitera #felizlunes no está reservado a fenómenos paranormales. ¿La fórmula? Ponerle ganas y seguir unas sencillas indicaciones. ¡Convierte tus lunes en viernes!
El primer error no es levantarte con el pie izquierdo, sino saltarte el desayuno. Serías el único al que sus padres no le repetían cada mañana aquello de que «es la comida más importante del día». Si en tu estómago hay más eco que en tu cuarto de baño y está más vacío que tu cuenta corriente, mal asunto.
Este panorama resulta incompatible con una simple sonrisa. Recuerda que para afrontar la jornada con fuerza has de llenar la panza. Así que ya sabes, moja todas las galletas que se te antojen en la leche. Total, vas a quemar todas esas calorías con la energía con la que vas a abordar el día. ¡Eres imparable!
Llega el turno del aseo. Tu tirria por los lunes bloquea hasta ese chorro de voz que te adorna. Si eres incapaz de cantar bajo el agua, enjabona tu cuerpo mientras escuchas a tu cantante preferido. No solo te alegrará el momento; te dará tan buen rollo que cerrarás el grifo y correrás a consultar sus fechas de gira. Al instante ya tendrás un par de entradas para su actuación en Santander. Ya tienes regalo de cumpleaños para tu media naranja.
Que la música te acompañe también cuando pises la calle. En el coche, en el metro o en el autobús. Y si vas al trabajo andando, ponte los cascos e imagina que estás en un videoclip. Te cruzas con Chenoa, saludas a Pablo López y tu quiosquero es Bustamante. ¡La imaginación es tu medicina!
Esta afirmación puede resultar un tanto superficial, pero sí es relevante para ser feliz si uno no se encuentra bien consigo mismo. Tirando a la cuneta los dulces y subiéndote a la bici de vez en cuando, lo tienes hecho. Tan solo necesitas un poco de fuerza de voluntad. El resultado no solo será un cuerpo moldeado, sino un incremento de tu autoestima. Y con esa confianza en ti mismo, ¿crees que el lunes va a poder contigo?
Algo que debes tener muy en cuenta es que debes sonreír, aunque no tengas ganas. Mejor adherirse a la frase «la letra con sangre entra» que estar llorando por las esquinas, ¿no crees? Y consiéntete un poco. Cada vez que superes un lunes complicado, prémiate. Cómprate un capricho, pide sushi para cenar… ¡Te lo mereces! Estarás pensando todo el día en tu recompensa y eso te motivará.
No te olvides de dormir las horas indicadas, de dejar tu ropa preparada el domingo y de no abandonar el pensamiento positivo en ningún momento. Y, muy importante: agradece a la vida todo aquello que tienes. Sabes bien que eres afortunado. ¡Feliz lunes!
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