Lo sabemos, necesitas conocer al amor de tu vida en algún lugar. Sabes que vas a lograrlo, aunque, de momento, no has tenido demasiado suerte con el rosario de pintamonas y petardas con los que te has cruzado.
No desesperes, todos necesitamos amor para vivir por más que no podamos entendernos demasiado bien. Ha llegado el momento de que comiences a tener en cuenta los siguientes lugares para encontrar ese amor que te cambiará para siempre.
– En el transporte público que más utilices. Si te has fijado, todos los días ves las mismas caras en el metro o en el autobús. El escenario no es, precisamente, ni romántico, ni íntimo, pero tenéis algo en común. Menos da una piedra. Intenta hacer maniobras de acercamiento lo suficientemente sigilosas para lograr, como mínimo, entablar una conversación inteligente. El resto dependerá de vosotros.
– En una academia. Lo mismo da si es de baile, de inglés o de corte y confección. La otra persona también ha pagado para aprender algo que no sabe y la ignorancia une más de lo que parece. Además, podéis sentaros juntos, pasar del profesor y convertir el aula en una especie de nidito de amor.
– En la piscina. Puede ser la piscina cubierta a la que vas en invierno o la de tu urbanización. En ambos casos no solo podrás ver cuáles son las dotes para deporte de la otra persona, también te encontrarás con gente que está de buen humor- derivado de las endorfinas que provoca la actividad física- y que tiene ganas de hablar. De no encontrar a nadie, al menos mejorarás tu salud y tu tono muscular.
– En un acto cultural. Es posible que vivas en una capital y que los actos sean múltiples, pero incluye en este lugar los conciertos y te darás cuenta de que las posibilidades se multiplican. Los festivales de música o de cine, las exhibiciones de arte o la presentación de un libro son ocasiones perfectos al poder encontrarte con personas que tienen tus mismos gustos. ¡Por algo se empieza!
– Un viaje. Aunque no te lo creas, hay españoles viajando por todo el mundo al mismo tiempo que tú. Un viaje a Roma, por poner un ejemplo, te llevará a encontrarte siempre a las mismas personas en los lugares que hay que recorrer por la ciudad. ¿Por qué no unir fuerzas y pasar un viaje mucho más entretenidos?
– La playa. Un clásico. El piso de veraneo de tus padres, o de tus familiares, puede ser la mejor base de operaciones para poner en marcha la «operación encontrar al amor de tu vida III». Muy mal se te tiene que dar para no lograr tu objetivo en tan idónea situación.
– En un programa de voluntariado. Si ambos tenéis los mismos intereses por ayudar a los demás ya sabrás que estás ante una buena persona. Quedar para ir a la misma hora, colaborar juntos y hacer todo tipo de propuestas juntos es el siguiente paso.
Donde menos se espera, salta la liebre, que suele decirse, pero esto no significa que vayas siempre con el radar encendido. La desesperación es el primer paso hacia el fracaso. Por lo tanto, se te aconseja que vayas a los lugares arriba indicados y que intentes estar en una buena disposición para conocer a gente nueva.
Solo así podrás abrir tu corazón y permitir que esa persona que te está esperando llegue a tu vida para cambiarla de forma definitiva. Recuerda no cambiar tu personalidad y reconocerla en cuanto aparezca. ¡Te espera la felicidad más absoluta! ¡Mucha suerte en tu búsqueda!
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