Nuestra experta en niños, Supernanny, ha decidido dedicar su sección para hablar de aquellos padres que se enfadan de vez en cuando con sus hijos, ya que no son siempre ellos los que tienen rabietas.
¡Pon atención a pautas dadas!
Las emociones no son positivas ni negativas, todo el mundo se enfada. A los padres les ocurre lo mismo que a los niños, cuando están cansados, con hambre, sueño o las cosas no salen como ellos quieren, llegan enfadados a casa y gritan a sus hijos por cualquier conflicto.
A veces, los adultos dicen frases que a los niños les duele un poquito, como por ejemplo «quítate de mi vista«, aunque los peques hacen lo mismo cuando dicen que «sus padres son los peores del mundo«.
Sería conveniente que los padres tuvieran un poco más de control, todo el mundo se enfada pero a los hijos se les debería permitir decir algo cuando vean que sus padres están más enrabietados de lo normal, para que se relajen.
Los padres podrían respirar antes de entrar en casa si han tenido un mal día. Si se encuentran directamente con el conflicto, lo mejor que se podría hacer es retirarse del mismo y dejarlo ahí.
Si el conflicto ya ha ocurrido y no se puede volver a atrás, lo conveniente sería pedir perdón más tarde y retomar la situación de forma más civilizada.
Todo el mundo se enfada y es cuestión de que el enfado no domine la dinámica familiar.
¡No te pierdas los consejos de Supernanny (02.10.2018) cada semana en Atrévete.
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