Después de la misa, los invitados se dirigieron a un banquete familiar donde se sirvió la cena, con un postre de lo más especial. Hablamos de un trozo tarta con más de 7 años de antigüedad, perteneciente a la boda de Kate Middleton y el príncipe Guillermo. El dulce estaba hecho con limón, jarabe de flor de saúco y recubierto con crema de mantequilla.
¿Te atreverías a probarla?
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