Hoy ha tocado hablar de: “La verdadera vida se vive cuando ocurren cambios diminutos“.
Es muy importante poner atención a los pequeños detalles. A partir de ahora, se podría agradecer a tres cosas, por ejemplo, el tener una cama calentita donde dormir, un colchón, tener una pareja al lado de cada uno, gente que escuche cuando se necesite y un gran etcétera.
Hay que observar interiormente en qué se ha cambiado. Uno debería hacerse un regalo a sí mismo cada cierto tiempo, es decir, un detalle. Permitirnos tomar un té o un café del Starbucks, aunque cueste dinero.
También es imprescindible decir algo bonito a alguien, esto generará un cambio en la relación con la persona. Estas pequeñas modificaciones son las que cambian la vida de la persona.
¡Escucha aquí a Marian Frías!