Efectivamente, lo has adivinado. Uno de ellos es la música, capaz de mitigar el dolor, la ansiedad y el estrés. Palabra de científico. Concretamente, la de los profesionales de la Universidad de Seúl. Aunque no es el único remedio natural contra las molestias. ¿Tienes pareja? ¿Vuestros lazos están atados con fuerza? Si la respuesta es afirmativa, estás de enhorabuena.
En este caso, son los investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) y de la Universidad de Haifa (Israel) quienes han caído en la cuenta del efecto reparador de un simple gesto. Según los entendidos, la mano de tu media naranja sirve para mucho más que para escribir una carta de amor o para regalarte un masaje en la espalda.
«Qué tiempos…», estarás pensando al recordar esos piropos escritos que ya no os profesáis o esas friegas en el cuello que te dejaban como nuevo y que ahora brillan por su ausencia. Pero vamos a lo que vamos.
Sujetarla en momentos de dolor sirve para aliviarlo. No nos engañemos, las extremidades superiores de tu amor no van a borrar tu infección de muelas. Para eso necesitas otras manos, las de tu dentista. Pero, según los estudios de estos profesionales, vuestra costumbre en los primeros años de noviazgo, ir agarraditos a todas partes, te ayudará a hacer más llevadera esa lucha con tu maldita dentadura, con tu cabeza o con tu espalda.
La respiración o el ritmo cardiaco se sincronizan con la caricia de un ser querido. ¿O por qué crees que llamabas a mamá en busca de sus carantoñas cada vez que tenías pupa? Pero los mencionados científicos avanzan un paso más. Aseguran que tomar la mano de esa persona con la que sientes tanta unión también regulariza las ondas cerebrales.
Un total de 22 parejas de 23 a 32 años se sometieron a esta investigación que arrojó resultados reveladores. Los expertos observaron a los individuos sentados sin agarrarse, asidos de la mano y en habitaciones separadas. Esto se repetía con una circunstancia añadida: el leve dolor en el brazo, provocado por la aplicación de calor, de uno de los miembros.
Los investigadores descubrieron que el simple hecho de permanecer acompañados tranquilizaba a los damnificados. Cuando esos individuos malheridos tomaban contacto con sus medias naranjas en esta situación, la calma se intensificaba.
Como ves, el tacto es un sentido fundamental para mitigar tus dolores. Y es que, en los momentos complicados, percibir la empatía de una persona querida hace que uno se sienta comprendido. Parece lógico, ¿verdad?
Así que, ya lo sabes, la próxima vez que te duela la cabeza, ¡coge la mano de tu pareja con fuerza!
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