La cuestión es que el responsable de la compañía, Isidro Montalvo, le dijo a la chica que la avería no podía ser cubierta por el seguro ya que se trataba de un hecho natural lo que lo había provocado. La atrevida estaba trabajando por lo que no pudo hablar mucho y decidió colgar tras el cabreo por saber que irían a juicio por la maldita rama del árbol.
Al final, nuestro humorista volvió a llamarla para confesarle que todo era una pequeña bromita muy fresquita.