La cuestión es que, el responsable al teléfono, Isidro Montalvo, ha comenzado a realizar diversas preguntas sobre Rusia para ver cuánto sabía sobre el país y la señora no tenía ni idea. Es por ello que ha estado a punto de denegarle el visado ya que los turistas suelen hablar mal de las ciudades una vez visitadas.
La atrevida ha reclamado su derecho a poseer el permiso cuanto antes, dado que el argumento dado por el responsable no tenía ni pies ni cabeza. Al final todo acabó en risas al enterarse que se trataba de una broma.