No debería ser algo complicado. Es decir, es tu madre, la conoces desde que naciste. Seguro que has tenido que escucharla más de mil veces esas pullitas con las que pretende darte pistas: «Lo bien que me vendría a mí un robot de cocina para pasar menos tiempo con la comida, ¡que parezco vuestra chacha!» o «Es la primera vez que me siento en todo el día… ¡La de tiempo que hace que no tengo yo unas vacaciones de verdad!»
Eso sí, en caso de que optes por regalarle un viaje o una estancia en un hotel, asegúrate de que se va a cuidar. Si no lo hace, luego te va a tocar a ti aguantar los kilos de más que ha cogido por querer integrarse y probar, en los tres días de un puente, toda la gastronomía de la zona.
Quizás nunca te has planteado regalarle un viaje porque tu presupuesto está más ajustado que los pantalones de Mario Vaquerizo, pero no es necesario un gran gasto de dinero para conseguir unas experiencias alucinantes. No, no hace falta viajar al Caribe, a los fiordos noruegos o a Nueva York para encontrar paisajes increíbles. Sin salir de España tenemos parajes y lugares de ensueño donde podrá disfrutar a sus anchas.
Muchas veces los regalos caros están sobrevalorados. Esto no quiere decir que haya que despreciarlos o dejar de tenerlos en consideración: si la economía no es un problema para ti, aprovecha eso a tu favor. A lo que nos referimos es a que una madre nunca deja de pensar en sus hijos como en sus cachorritos y siente predilección por los regalos hechos desde el corazón.
Quizás uno de sus sueños sea viajar a Marte, pero tienes que asumir que esto es algo, de momento, bastante irreal como para un regalo. En su lugar puedes optar por pensar en sus necesidades y en sus gustos.
¿Es de esas personas que nunca se acuerdan de cargar el teléfono móvil? Quizás en ocasiones quieres hablar con ella y, en medio de la conversación, su teléfono muere dejándote con la palabra en la boca. En este caso, puede que una batería externa sea un regalo más que adecuado y doblemente útil, puesto que hará una reanimación cardiopulmonar a su teléfono y evitará, a la vez, tu cabreo cuando no la encuentras operativa.
Es posible que, justo, tu madre no sea la persona más tecnológica del mundo y esto no sirva para ti, pero una de las cosas que seguro podrás utilizar, porque nunca falla, es la comida. Optar por una invitación a comer o a cenar en un buen restaurante es un clásico, y si además quieres que se derrita como el chocolate caliente tienes la posibilidad de elaborar esa comida tú mismo. Si no te llevas demasiado bien con la cocina, ¿qué te parece elaborar un desayuno? Existen algunos realmente apetitosos que no te llevará más de diez minutos preparar.
Busca algo que sabes que quiere, algo que sabes que le gusta o algo personalizado que te salga del corazón. Al fin y al cabo, es tu madre, sabes que la tienes ganada con cualquier regalo.
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