La Casa Real británica anunció que ellos solamente querían regalos que pudieran traducirse en donaciones para las causas benéficas que apoyan. Aunque se ha filtrado una pequeña lista de boda creada para los familiares y amigos cercanos de la pareja en la que pedían piezas de decoración.
La cuestión es que, el Protocolo Real impide el disfrute de muchos de estos obsequios para evitar fines comerciales o que la imagen de ambos se convierta en una marca. Es por ello que se tendrá que devolver cada objeto a sus remitentes.