La adicción a los selfies ha generado grandes beneficios a los psicólogos. Una vez pasada la novedad, la tecnología nos sorprende con la posibilidad de hacerse una foto en tres dimensiones.
Primero con un pepinaco de móvil de más de 800 euros. Y segundo porque los nuevos terminales incluirán una serie de sensores infrarrojos que ayudarán a llevar a cabo el reconocimiento facial del dueño del aparato y a hacer fotografías con una mayor profundidad de imagen.
Las grandes marcas ya incorporan una cámara frontal que emite infrarrojos y que casi escanea la cara del propietario del teléfono. Obtener una imagen tridimensional lo más fiable posible está directamente relacionado con tu seguridad y con que solo tú podrás usar tu móvil.
Extendiendo esta tecnología, cada imagen tendrá muchos más matices y aunque tus selfies sigan sin interesarle a nadie, podrás alardear en las redes sociales de la alta calidad de los mismos.
Aparte de los mencionados, es posible que las 3D ayuden a eliminar, de una vez por todas, la famosa cara de pato que todos ponemos cuando nos hacemos un selfie. Además, la máxima «el rumor es la antesala de la noticia» se convertirá en una de las más acertadas.
¿Por qué? Porque hasta ahora solo podías deducir, o adivinar, que tu amiga tenía papada y acné. Ahora podrás comprobarlo, ampliarlo y analizarlo junto al nido de víboras que componen tus amigas. Lo mismo sucede a la hora de criticar a las famosas.
¿Te imaginas analizando la piel de alguna famosa de tres al cuarto? No nos engañemos, la diversión está asegurada y para muchos casi mejor que la tecnología siga avanzando sin ellos.
La intención de las empresas más importantes del sector es seguir incrementando las propiedades de sus cámaras e incluso llegar a hacer realidad el sueño de muchos: mezclar lo virtual con lo real. Gracias a un potente software, será posible añadirle a una fotografía elementos virtuales de diversa índole.
Es decir, que puedes estar en la piscina de tu pueblo y cambiar el bar de Manolo por un chiringuito playero, las zarzas y ramojos varios por cocoteros y las cochambrosas losas que rodean a semejante alberca por arena blanca. Recuerda tener cierta prudencia y quedarte en tu casa una semana para evitar que el personal descubra el engaño.
Progresivamente van apareciendo noticias en las que se nos informa de que hay nuevas empresas que han logrado sacar a la venta cámaras con esta tecnología por menos de 500 euros. No lo vamos a negar, de aquí a unos años, cuando tu móvil se quede anticuado, no tendremos más remedio que contar con un dispositivo que tome este tipo de imágenes.
¿Qué pasará entonces? Nos parece bien usar nuestra cara para usar un aparato porque así sería inútil robarlo. Lo que no entendemos demasiado bien es si esa marca en cuestión puede almacenar nuestra cara para llevar a cabo cualquier tipo de campaña de publicidad.
Y lo que es peor, ¿qué podría hacer un pirata informático con nuestra cara? Estamos viviendo en una nueva era que nos llevará a ese futuro anunciado por tantas películas de ciencia ficción hace ya unas décadas.
Ahora bien, si le quitamos algo de drama y seriedad al asunto, la idea nos parece adecuada para las parejas y familias que viven a una larga distancia. ¿Te imaginas a tu novio diciéndote: «Cariño, tienes la piel grasa, ¿has pensado en ir al dermatólogo?» o a tu novia diciéndote: «Cielo, te has dejado ir a base de bien, a ver si te apuntas al gimnasio». ¿Te atreverías a hacerte un selfie en 3D visto lo visto?
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