Tiene un hijo de 13 años y le ha pedido hacerse un piercing. Al principio su madre se ha negado y le ha dicho que si mejora sus notas en el instituto podría llegar a permitírselo.
Al final se ha enfadado con él y le ha dicho que sí. Tiene miedo que, con este tipo de contradicciones, no esté siendo desarrollando bien sus funciones como madre.
Es por ello que ha pedido ayuda a nuestro experto, Pedro García Aguado.
¡Pon atención a las pautas dadas!
La realidad del asunto es que ponerse un piercing no tendría nada que ver con el rendimiento en el instituto o en el colegio. Es obligatorio ser responsable y estudiar, sacando así buenas notas y forjando un futuro.
El piercing es un elemento decorativo, pero hay que pasar por la mutilación de una parte del cuerpo, por lo que la madre debe explicarle esto a su hijo.
No hay que utilizar el chantaje para que un joven se porte bien, al final no es bueno y trae consecuencias a la larga en la relación entre padres e hijo.
Por lo que hay que diferenciar entre la responsabilidad y las cosas que quiere hacer un hijo.
No te pierdas los consejos de Pedro García Aguado (24.10.2018) cada semana en Atrévete.
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