Es el mismo David Otero de siempre, pero con la chispa adicional de quien ha acabado una obra redonda. Así es 1980, un álbum que no se pretende temático, pero que está ensamblado por una especie de hilo invisible que le da todo su sentido, para convertir una buena colección de canciones en un homenaje al espíritu más divertido de los ochenta. El sábado pasó por Dial Tal Cual ¡Mira el video!