Su madre está muy malita y le quedan pocas semanas. Su padre no sabe cómo introducir el tema del tanatorio y funeral, ni tampoco está seguro de que deban acudir.
Es por ello que pide consejo a nuestra experta en niños, Supernanny.
Una de las etapas más dolorosas que hay que afrontar en la vida es la muerte de un ser querido. El sufrimiento es muy fuerte ya que no se volverá a ver a esa persona jamás.
Un apartado complicado dentro de este tema son los niños. Ellos, al ser tan pequeños, no entienden bien lo que ocurre realmente. A partir de los 8 años les puede resultar más fácil llegar al final del asunto, pero antes no.
Por lo que puede ser un poco incómodo que pregunten «cuando llega cierta persona» una vez fallecida, pero hay que tener paciencia y explicárselo de una determinada manera, pero sin obviar el término «muerte» ya que necesitan ir atribuyendo emociones a lo que significa esa palabra.
Además, sería recomendable que acudieran al tanatorio y al funeral, para que vayan asociando los acontecimientos. Aunque es criterio de la familia decidir que asistan o no.
Una solución para que el peque de 8 años de Elias no sufra tanto sería que escribiera una carta de despedida y la leyera en el funeral.
Muchas veces se huye por cultura de la muerte y del decir adiós. Pero por lo menos es recomendable que que acudan al funeral. Es una forma de que entiendan que esa persona no estará más con ellos, que se ha ido a un lugar mejor.
Llorar y sufrir por el fallecimiento de un ser querido son emociones naturales que hay que integrarlas en el proceso.
¡No te pierdas los consejos de Supernanny! (04.01.2018) cada semana en Atrévete.
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