¿Por qué no echar un poco de imaginación a la hora de llevar tu comida al curro? No estamos hablando de la que cocina mamá. Tu progenitora es encantadora, pero no tiene medida. Para ella una pizca de aceite es la botella entera. Nos referimos a un menú ligero y sencillo de preparar: una ensalada. Como puede que ingerir diariamente lechuga, tomate y cebolla te parezca más aburrido que esperar en la consulta del dentista, te damos unas ideas.
Añade al arroz hervido jamón cocido, granos de maíz y queso en taquitos. También puedes optar por guisantes, trocitos de pimiento rojo o calabacín. Incorpora tus especias de cabecera y obtendrás un plato nutritivo que te ayudará a mantener esa cinturita.
Corta lechuga y remolacha. Después, trocea las naranjas. Sus vitaminas y la energía que aportan los frutos secos te harán más fuerte que un levantador de pesas. ¡Y te encantará esa mezcla de sabor dulce y amargo!
Hierro y fibra en el mismo recipiente. Sírvete el ingrediente secreto de Popeye y un puñado de garbanzos con un huevo cocido. ¡Ahora también tenemos las proteínas!
El atún es uno de los alimentos más consumidos. Tienes más latas en la despensa que pares de calcetines. Ábrete un par y mézclalo con lechuga, tomate e incluso con algo de pescado. Ahora dale ese toque interesante con las olivas.
El atún y las aceitunas te valen también para esta alternativa donde domina la patata. Solo te falta trocear un poco de cebolla, tomate y huevo cocido. Ese vientre plano ya está en camino.
Es uno de los alimentos en alza. Este ingrediente exótico figura en decenas de dietas. Las ensaladas se lo rifan. Solo tendrás que retener estos cuatro productos: canónigos, rúcula, batata y nuestro protagonista. ¿Hay algo más sencillo?
Frambuesas, moras, champiñones y los canónigos que te sobren de la ensalada anterior. Suena sabroso, ¿o no? Un plato refrescante y dulce para mantener a raya a tus michelines.
Con el pepino y unas hojas de lechuga como escoltas, disfrutarás de un ingrediente exquisito, saludable para tu organismo y aliado en tu dieta.
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Otro de los alimentos de moda. Necesitas unos instantes de cocción, zanahoria, pimiento, tomate y lechuga. ¿Conoces algo más nutritivo y sano?
La fibra que proviene de las legumbres saciará tu hambre. Acompáñalas de atún y cebolla e intensificarás su sabor. Se trata de una ensalada repleta de minerales.
No te engañes. Tu enemigo es el aliño. Te entra por los ojos, pero no te hace bien, como algunas compañías. Si se pasa de riquísimo, eso es que engorda. Te lo repite tu mejor amiga y no le falta razón. No eches todo por la borda por unas cucharadas de salsa rosa o un poco de mayonesa. Recuerda: tu menú no es salsa con ensalada, sino ensalada con un chorro de aceite, vinagre y sal. ¡Suficiente!
Con cualquiera de estas recetas conseguirás mantener la línea comiendo en el curro. Cuentan con los nutrientes necesarios, con lo que retomarás las tareas con más fuerza. La operación bikini también puede hacerse en la oficina. ¿Cuándo empiezas?