¿Te has enamorado en el trabajo? Ten en cuenta esto

Redacción Cadena Dial

Pasas más horas en la oficina que en casa. Tus compañeros laborales lo son también de mantel. Con ellos te comes la tortilla que te sobró ayer y criticas a tus vecinos. Fueron tu paño de lágrimas cuando tu perro enfermó y te cubrieron con tus jefes aquel día que se te pegaron las sábanas. El trabajo es el lugar donde superas tu plusmarca diaria de cafés; un rincón en el que te sientes como en casa, aunque no vayas en pijama; tu micromundo y, en definitiva, tu segunda familia.

Tenía que pasar

En estas circunstancias, ¿cómo no ibas a enamorarte allí? Al fin y al cabo, el roce hace el cariño. Cuando Cupido se sienta en tu silla, ves todo de color rosa. Acudes a tu puesto caminando sobre nubes, rodeado de confeti y purpurina mientras suena esa canción con la que bailáis en vuestra boda imaginaria. Pero, de repente, en tu pensamiento se acumulan todas estas preguntas: ¿se lo digo? ¿No se lo digo? ¿Qué pasa si los demás se enteran? ¿Podrá perjudicarme este sentimiento?

Tranquilo, no te despedirán por enamorarte

Dar respuesta a estos interrogantes te corresponde solo a ti. Ahora bien, te contaremos todo lo que debes tener en cuenta en esta situación para ayudarte a tomar una decisión. En primer lugar, vamos a tranquilizarte, pues quizá en tu empresa son muy escrupulosos con las relaciones sentimentales entre empleados. No temas, no te despedirán, al menos por una causa justificada. Si lo hacen por este motivo, puedes recurrir ante la Justicia.

Esto atentaría contra derechos fundamentales como la intimidad, según los expertos. Además, te estarían discriminando. Lo que sí pueden hacer legalmente es elegir a otro compañero para ti. Eso sí, sin perjudicar tus descansos, horas de trabajo y demás.

Por tanto, que tu freno no sea tu temor a quedarte sin nómina. Eso sí, si te lanzas y resultas afortunado, sé discreto. Nada de dejar ramos de flores en su mesa y decirle «te quiero» desde la otra punta de la oficina con un megáfono. En primera instancia, no digas nada. Conforme transcurra el tiempo, deberás reconocer tu relación de manera natural. Darle normalidad al asunto es lo más recomendable.

Otras cosas que debes tener en cuenta

¿Le gustas?

Despejada la duda anterior, permanece la fundamental: ¿le gustas? Aquí tendrás que echar mano de tu sexto sentido, tal y como haces en tu vida normal. ¿Le pillas mirándote de vez en cuando? ¿Tiene detalles contigo y no con el resto? ¿Busca excusas para hablar contigo sobre asuntos que no tienen nada que ver con el trabajo? ¿Se lanza a contarte chistes malos? Si la respuesta a todas estas cuestiones es «sí», evidentemente, está coqueteando.

Su situación sentimental

Seguramente, ya te has informado de si está soltero, casado o en pareja. Si es tan libre como tú, perfecto. Si no, en vuestras manos queda llevar la losa de la infidelidad. Ten en cuenta que esto no sería una canita al aire, ¡que estáis enamorados! Ateneos a las consecuencias si os arriesgáis.

Si la cosa no fructifica…

Tal vez os hagáis novios, pero ¿y si el romance dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio? Tendréis que cruzaros todos los días y currar codo con codo, pese a que tengáis más mal rollo que el agua y el aceite. Ya puedes calzarte tus gafas de sol en plena oficina porque si las miradas matasen…

En definitiva, si te has enamorado en el trabajo, has de tener en cuenta primero si tu sentimiento es correspondido. ¡Valora las circunstancias antes de lanzarte!

 

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