Teresa nos ha confesado que fue duro dejar Badajoz, su tierra, para irse a Lisboa durante cierto tiempo, pero le resultó mucho más complicado el tener que volverse. Dejar todos sus amigos, esa preciosa ciudad y lo más importante, su juventud para convertirse en una persona adulta.
Por otro lado, Encarni nos ha contado que tuvo que dejar Barcelona y a toda su familia para mudarse con su pareja a un pueblo muy pequeño. La despedida fue complicada, pero mucho más el tener que adaptarse a la vida cotidiana de un pueblo. La diferencia entre su ciudad y donde vive ahora es abismal.
Por último, Pepa nos ha dicho que su marido y ella viven en lugares distintos, por lo que las despedidas cada vez que se ven son muy difíciles y tristes, pero uno acaba acostumbrándose. También tuvo que despedirse de su padre por última vez, antes de que falleciera.
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