Lo que se recomienda si no se recibe el dinero que se ha pedido es ver si la ranura está tapada, decir «no» a cualquier voluntario que se preste a ayudar y acto seguido llamar al banco. Además, hay que comprobar si se ha registrado o no el movimiento.
Este nuevo método es una especie de lámina metálica que acaba pegada en el teclado y uno no se da cuenta.
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