No les des el gusto a esas personas que te avisaron con el temido «te lo dije». Antes de casarte, asegúrate de que tu media naranja no sea, en realidad, una pera. Eso sí, incluso teniendo la certeza de que quien descansa a nuestro lado es nuestra alma gemela, las vicisitudes del matrimonio pueden acabar minando nuestra moral.
Ser felices y comer perdices, o lo que se nos antoje, no tiene por qué ser una máxima aplicada exclusivamente al instante posterior al «sí quiero». Este lema, un tanto utópico, podría resultar menos fantasioso si antes de pasar por el altar fuéramos conscientes de algunas realidades.
Probablemente, ya sabrás cómo es en la cama y si te llevas bien con su familia. Has sufrido su mal despertar, sus despistes diarios y su afición por los videojuegos. No te equivocarías si te preguntan cuál es su canción favorita de Pablo Alborán y si la carne le gusta muy hecha o prácticamente cruda. Sabes que es una persona un tanto agarrada y que el romanticismo no es lo suyo.
Efectivamente, podrías radiografiar su comportamiento con los ojos cerrados. Pero la clave para que vuestro amor resulte eterno tras el compromiso no reside únicamente en tener la capacidad de definir con precisión las cualidades o defectos de la persona con la que compartes tu vida. Así que, si no quieres ni pronunciar la palabra «divorcio», tendrás que tener en cuenta estos cinco puntos si te casas:
Nadie tiene derecho a coartar tus sueños, ni siquiera tu amor. Si supone un impedimento para que seas feliz en ese terreno en el que pretendes realizarte, quizá no es una persona hecha para ti, ¿no te parece?
En muchas ocasiones, las parejas se conocen realmente cuando conviven tras contraer matrimonio. ¿Crees que intentará cambiar no solo tus manías, sino tu forma de ser? Definitivamente, no te merece.
Se trata de una cuestión especialmente importante que no debe obviarse. Asegúrate de que ambos tenéis los mismos propósitos en la vida.
No podemos decirte la fecha con exactitud, pero esa chispa desenfrenada de la etapa de noviazgo irá apagándose. Hazte a la idea. Si no puedes soportarlo, evita problemas mayores y no firmes papeles si luego vas a arrepentirte.
A partir de ahora, tus fondos y mis fondos se convertirán en nuestros fondos. Muchas discusiones en el matrimonio vienen provocadas por el dinero. Dejad claras las reglas en este terreno para evitar conflictos.
Si tras responder a las preguntas anteriores aún tienes dudas sobre pasar o no por la vicaría, lo que has de saber es que, en definitiva, el matrimonio implica sacrificio. Nada es un camino de rosas, y más cuando has de recorrerlo con otra persona. Y es que, cuando compartimos nuestra vida con alguien, sus preocupaciones son las nuestras y viceversa. Los altibajos dan pie a las discusiones y de las peleas surgen las crisis.
En ocasiones, estas circunstancias se dan con más asiduidad de la esperada. Si aun así estás dispuesto a padecer cualquier contratiempo a su lado, es la persona indicada.
En definitiva, casarte es una de las decisiones más importantes de tu vida. Hazlo con el corazón y acertarás (en el peor de los casos, al menos durante un tiempo), pero tampoco está de más plantearte las cuestiones que hemos mencionado para saber a qué te atienes. Ojalá no tengas que lamentarlo.
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.