Nos gustan espesas, larguísimas y llenas de personalidad. Que el parpadeo sea como el aleteo de una mariposa: denso, elegante y primaveral. Pero, para eso, las pestañas deben tener fuerza, ser impactantes. Tenemos la opción de usar las postizas, pero esta es solo una solución temporal y para momentos específicos. ¿Es posible tener pestañas más largas de manera natural? Sí, se puede.
Quieres tener unas pestañas de esas que parecen que se puede hacer surf en ellas, pero las tienes cortitas. Los postizos y el maquillaje hacen milagros, aunque no hay nada mejor que venir con las pestañas ‘puestas’ de casa. Eso requiere dos acciones. Por un lado, fomentar su crecimiento; por otro, evitar o reducir la caída de los pelitos. Entonces, ¿cómo conseguir las pestañas de vértigo que deseas?
Sí, esta noche estabas perfecta con ese maquillaje. Pero no te lo dejes pegado en la almohada, acuérdate de quitártelo al llegar a casa.
Lo sabemos, te da la bajona, te entra sueño y solo quieres ponerte el pijama más gordo y las pantuflas más comoditas. Pero esto es por tu bien, así que aprovecha para desmaquillarte mientras se calienta la leche del cacao con galletas. No tardarás nada y el rostro quedará limpio y reluciente.
El rímel y otros cosméticos se acumulan en los folículos de las pestañas y, además, las endurecen y hacen quebradizas. Las pestañas se desprenden, se debilitan, crecen mal o dejan de hacerlo. ¡Desmaquíllate siempre y con cuidado!
El crecimiento de las pestañas se puede fomentar desde varios frentes. Puedes usar un cepillito específico para esta zona y cepillar una o dos veces al día, cuidadosamente y en toda la longitud del pelo. Esto estimulará la irrigación sanguínea subcutánea y fortalecerá las pestañas.
Por último, puedes aplicarte en los párpados ciertas sustancias que estimulan el crecimiento del pelo. El aceite de argán se ha descubierto como un gran aliado de las pestañas. Pon unas gotitas en el algodón desmaquillante o aplícatelo directamente en el nacimiento de las pestañas con un bastoncillo.
El aceite de oliva y el de almendras tienen efectos similares, pero sin duda, el de ricino destaca desde hace muchos años. Aplica unas gotas en los párpados y el borde de las pestañas antes de dormir, y déjalo durante la noche.
Otro amigo de las pestañas es el té verde, que puedes usar dejándote bolsitas húmedas y frías en los párpados. Sí, parecerá que se te ha ido la pinza, pero haciéndolo durante un tiempo deslumbrarás a todos con una mirada preciosa, enmarcada por unas pestañazas de ensueño.
Ahora ya lo sabes. No hace falta recurrir a cosméticos sintéticos ni a los postizos para conseguir unas pestañas tupidas, largas y seductoras. Recupera la mirada más fresca y elegante de la manera más natural.
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