La señora pensaba que su dispositivo le estaba guiando correctamente y confió plenamente en sus instrucciones, incluso sabiendo que se acababa la carretera.
La conductora acabó deslizándose por las congeladas aguas del lago Champlain. El hielo se agrietó y el coche acabó hundiéndose en su interior. Por suerte no le ha ocurrido nada dado que la policía llegó a tiempo para rescatarla.