Una joven enfermera ha pasado por una desagradable experiencia. Compró unos pantalones vaqueros en una tienda de segunda mano y cuando se los probó por primera vez, resultó que venía con sorpresa incluida…¡Un tanga usado en el bolsillo!
Pobre mujer, a nadie le gustaría pasar por ello. Obviamente pidió explicaciones a la tienda y le cambiaron el pantalón. Se les cayó la cara de vergüenza al ver lo ocurrido e intentarían averiguar quién fue el culpable.
¿Qué harías si te pasara a ti?
¡Escucha aquí a Patricia Imaz!