Hoy hablamos sobre los filetes en el congelador.
Los filetes se tienen mucho cariño mutuamente y suelen pegarse unos a otros en el congelador, hasta convertirse en un bloque.
La humedad ambiental condensa la superficie del filete en cuanto se mete en el congelador. Con una suficiente cantidad de agua se crea escarcha y se convierte en una especie de pegamento.
Esto se arregla en cuanto se descongela.
Una solución de alta calidad es utilizar bolsas de congelación, ya que son más rígidas y facilita que no se arrugue el filete.
También se puede hacer uso de las láminas de papel de horno. Estas aguantan muy bien las bajas temperaturas.
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