Salir a pisar charcos mola cuando quieres hacer fotos lindísimas de niños con paraguas. O cuando es una comedia romántica y los protagonistas, después de noventa minutos de malentendidos, se encuentran bajo la lluvia en Central Park y se besan apasionadamente. Eso está muy bien, pero solo durante un rato y si llueve poco. Que luego vienen los estornudos.
El resto del tiempo, a cubierto. Si es entre semana no importa tanto, pero la cosa cambia si se trata de sufrirlo en vacaciones o en fines de semana. Los niños se aburren y pasar doce horas delante de la tele no es bueno. Es el momento de convertirse en superpadres y jugar en familia.
Las horas se eternizan y llega el momento de demostrarles a los niños (como si no lo supieran ya, en realidad) que es posible divertirse sin tele y sin videoconsola. Pero, oye, educa con el ejemplo: si vas a jugar con ellos, cierra las salas de chat y apaga la aplicación de cuidar la granja.
Te proponemos algunas ideas que no solo os entretendrán, sino que también crearán momentos especiales que quedan en la memoria. Porque la partida aquella de tu videojuego favorito se olvida enseguida. Pero jugar con tus padres, no.
Los juegos de mesa han entrado en el siglo XXI totalmente modernizados. Cada vez hay más cantidad y tratan todo tipo de temas, estilos y estrategias de juego. Investiga y hazte con alguno para tener un as en la manga (es decir, en el armario) los días donde las horas muertas parecen eternizarse.
Pero tampoco hace falta buscar lo más novedoso. Los grandes clásicos como el parchís o la oca funcionan perfectamente. ¿Qué tal una tarde de sana competición, sorpresa y emoción por lo que salga en los dados?
Facilitar herramientas para los trabajos manuales y el arte en general está entre las mejores cosas que puedes hacer por tus hijos. Se entretendrán durante horas, desarrollarán habilidades cognitivas y estimularán la creatividad.
Así que no lo dudes: deja que pinten, que guarreen todo con arcilla, que recorten y peguen, que hagan muñecos de cartón, collares, casitas, adornos para el hogar… Eso sí, aquí se trata de estar juntos, por lo que ¡juega con ellos! ¿Cuánto tiempo hace que no te relajas coloreando? Ahora es tendencia entre los adultos, por algo será.
Los fines de semana son perfectos para cocinar en familia. ¿Tarde de sábado? Preparad una vistosa tarta, galletas o magdalenas. Deja que midan cantidades, que rompan huevos, que se manchen y que te manchen a ti. De lo que se trata es de pasarlo bien juntos. Al final, la mejor merienda. Y ya se limpiará la cocina luego o, si el destrozo es superlativo, inventa el juego de «vamos a limpiar en familia». A ver si alguien se apunta, claro.
No hace falta ninguna excusa para pasar la tarde jugando a disfrazarse. ¡No hay que esperar a los carnavales! Vestirse de personajes es muy divertido y estimula a la creatividad. ¿Y después? ¡A interpretar un cuento! Haced del salón un escenario de teatro.
Cuando se pasa el tiempo en familia haciendo cosas que merecen la pena, el no poder salir de casa es lo de menos. Jugar con los hijos estrecha los lazos, alegra el corazón y crea momentos inolvidables. El mal tiempo solo facilita la cercanía y siempre habrá otros días de sol, pero no siempre habrá ratitos para disfrutar con los hijos en casa. ¿A que ya estás deseando que empiece a llover?
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