O te pasas, o no llegas. Lo de tu maleta sigue siendo una relación imposible. O llevas un ataúd hasta arriba de ropa que no te vas a poner o una maleta en la que falta de todo. Pero, ante todo, mucha calma, como dirían los de Siniestro Total, y también mucha paciencia a la hora de preparar tu equipaje.
Consejos imprescindibles para lograr el éxito
Hacer la maleta de forma eficiente es más fácil de lo que piensas. Ten en cuenta los siguientes factores y ya verás que no es tan complicado:
– Analiza el tiempo que vas a estar y a dónde vas. Si el destino es de playa y te vas a pasar el 80 % del tiempo en bañador, seguro que no necesitas tanta ropa. Y si es de invierno, escoge muy bien lo que te vas a llevar para evitar sobrecargar la maleta con demasiada ropa.
– Organiza el espacio. La clásica maleta de mano puede ser más que suficiente para guardar todo lo que quieras. En cada zapato te caben varios pares de calcetines enrollados. Si apuestas por hacer lo mismo con las camisetas lograrás meter más cantidad en el mismo espacio. Otro truco es usar cajitas de golosinas alargadas para meter algunos elementos de aseo e incluso el cable del cargador del móvil.
– Escoge básicos que combinen con todo. Unos vaqueros, una camiseta blanca, una negra y una camisa (para evitar que se doble el cuello puedes meter un cinturón enrollado) de los mismos colores son sinónimo de éxito. Ahora bien, siempre puedes seguir llamando la atención con una camiseta amarilla o unos pantalones verdes fosforito y unas llamativas sandalias, todo es posible.
– El neceser. Debe ser tan minúsculo como adecuado. Es fácil encontrarlos con distintos botes vacíos en su interior, que podrás rellenar con tu champú o gel favorito.
Nunca olvides que…
Tu documentación debe ir siempre en tu bolsillo y nunca en la maleta. No estaría de más que le hicieras una prueba a tu maleta. Por ejemplo, si te tienes que sentar encima para cerrarla es que algo va mal. Es importante que lleves puesto siempre lo que ocupa más espacio y así ahorrarás una gran cantidad de sitio. Tras cumplir todos estos consejos, recuerda estos dos que, a buen seguro, también te serán de gran ayuda:
– Usa algún medio de seguridad para proteger tus pertenencias. Si usas equipaje de mano y has pagado para llevarlo contigo, perfecto. Pero si tienes que facturarlo, no dudes en ponerle algún candado o precinto que te evite problemas de última hora.
– A no ser que vayas a alguno de los dos polos o al desierto, hay tiendas en casi cualquier lugar del mundo. De acuerdo, una colorida camiseta que parece un cartel de la Gran Vía quizá no encaje con tu estilo, pero a buen hambre no hay pan duro. Además, dependiendo de la ciudad que elijas, allí no te conoce nadie, por lo que tampoco pasa nada por hacer un poco el ridículo de vez en cuando. ¡Tómatelo como una terapia psicológica para progresar como persona!
Esperamos haberte dado las claves que necesitabas para convertir la organización de tu equipaje en una actividad mucho más sencilla. De ti depende ponerlas en práctica y viajar por el mundo con una maleta a la que no le falte de nada. Todo sea por hacer turismo de forma relajada y tranquila, sin tener que arrastrar una maleta en la que llevas medio armario para terminar poniéndote siempre lo mismo.
