Quieres ser más previsor que en años anteriores, aquellos en los que el verano te pillaba con un bocata de calamares en una mano y una palmera de chocolate en la otra. Con ese propósito, te fundes el sueldo en la ropa deportiva que llevan las famosas que sigues en Instagram. Te atas esas zapatillas que aún no habías estrenado, te subes a la elíptica ¡y a sudar de lo lindo!
Llegar a la luna fue un gran paso para la humanidad, casi, casi tan sorprendente como que tú te hayas apuntado al gimnasio. Sí, ese que no pisabas desde que la señorita Pili te suspendió por no alcanzar las diez flexiones en un minuto. Desde luego, es para quitarse el sombrero. De entrada, te mereces un diploma olímpico, por tu voluntad.
Ahora bien, seguro que con los mismos ingredientes, tu madre prepara una tortilla mucho más jugosa que la tuya, ¿verdad? Pues con el deporte pasa lo mismo. Quizá dispongas de los cacharros más sofisticados para ejercitarte. Tal vez corras un maratón por la mañana, te cuelgues el dorsal en un triatlón por la tarde y levantes pesas hasta la madrugada. Eso sí, como no pongas en práctica ese plan de adelgazamiento de la manera correcta, ¡adiós objetivos!
La clave no reside en echar más horas en el gimnasio y dejar las gominolas. A ver, haces bien en eliminar las chucherías de tu dieta, no vamos a alentarte a que desayunes ganchitos cada mañana. Pero el secreto es más sencillo de lo que crees. Despejamos la incógnita: la clave está en el descanso.
Ni se te pasaba por la cabeza que acomodarte en el sofá te iba a ayudar a efectuar una operación bikini con éxito, ¿verdad? Pues si esta es la técnica que emplea Elsa Pataki para lucir esa excelente figura, está más que justificada, ¿no crees?
En este caso, los expertos aseguran que se incrementará tu resistencia a la insulina y tu organismo no procesará los carbohidratos de la forma más adecuada. Los niveles de serotonina, la hormona que regula tu hambre, disminuirán. Por tanto, no solo no desaparecerá tu michelín, sino que crecerá.
Por otro lado, también deberás tomarte un descanso en tu plan de ejercicios. Emplearte a fondo cada jornada es contraproducente. Concédete un respiro tres días a la semana. De esta manera, acelerarás el metabolismo, recuperarás los músculos y podrás ir aumentando la intensidad progresivamente.
En definitiva, volverse locos no es una buena forma de perder peso de cara al verano. No sometas a una dictadura a tu cuerpo. Tu organismo necesita descanso para luchar por tus objetivos. Si quieres que esta vez tu operación bikini resulte exitosa, ¡descansa!
También te va a interesar:
Cosas que debes hacer en el gimnasio para perder más peso