Todas ellas han de ser ligeras y en ningún momento debería hacer presencia alguna la grasa saturada, los fritos o alimentos de complicada digestión. Te proponemos las siguientes:
– Verduras y pescado. De las primeras solo debes recordar que deben estar cocidas o ligeramente pasadas por la plancha. Si prefieres la clásica ensalada no hay problema. Dentro del pescado escoge aquel que se pueda hacer fácilmente, que tenga una buena cantidad de Omega 3 (como el salmón) y aléjate de las latas de conservas que aumentarán tu ácido úrico.
– Leche con miel y frutos secos. La miel aporta glucosa natural de alta calidad que ayudará a recuperar tu musculatura fácilmente. Los frutos secos también añaden Omega 3, ayudan al tránsito intestinal y contribuyen a reponer la energía perdida durante la jornada.
– Pollo e infusión. El pollo es la carne más adecuada para evitar engordar. A la plancha y con especias puede ser una carne más que sabrosa. No temas a la hora de añadirle pimienta o chile si te gusta el picante. Para completar se recomienda una infusión relajante que te ayude a dormir.
– Variado de verduras hervidas o a la plancha. A este plato le puedes añadir lo que quieras. Toda la verdura es siempre bienvenida por lo que deberás ir probando la combinación que más te guste.
– Arroz hervido. Puede usarse como guarnición de los platos anteriores o bien tomarlo solo. No le añadas la clásica salsa de tomate de bote ya que lleva una cantidad de azúcar tremenda que no te ayudará, precisamente, a adelgazar.
– Sopa. Evita las que vienen preparadas ya que contienen un alto nivel de conservantes e ingredientes químicos poco saludables. Apuesta por comprar verdura y por hacer tú mismo la sopa que más te agrade. Combinando verduras como las zanahorias, la lechuga, los puerros y el apio convertirás tu preparación en un caldo depurativo y lleno de propiedades.
Los «expertos», dícese de tu vecina la del quinto que no se pierde un programa de Arguiñano, te dirán que la proteína y los hidratos mejor por la mañana. El del sexto dice todo lo contrario y ya no sabes qué hacer. Estas son las proporciones aconsejadas:
– El pescado, el marisco, el calamar, la sepia y alimentos con poca grasa hay que cocinarlos siempre a la plancha, cocidos, al horno o hervidos. Pueden ocupar un 33% de tu plato.
– Si prefieres la carne recuerda que ha de ser siempre blanca (pollo, ave) y prepárala de la misma manera. Ocuparía el mismo porcentaje en tu plato.
– Los hidratos de carbono estarán presentes en la guarnición. Ensalada, menestra, puré de verduras, vegetales ya hervidos o cocinados (pimientos o espárragos). Pueden ocupar un 66 % del plato. Si escoges pan, pasta, patatas, maíz, guisantes o remolacha, solo el 33 %.